28 enero, 2016

Ender inciarte: "No quiero nada regalado"

El zuliano espera poder mejorar su porcentaje de embasado
en la campaña que inicia en abril. Foto: Enrique Rivas
Ender Inciarte comenzará los entrenamientos primaverales en una nueva ciudad, con nuevo equipo, clima y compañeros.

Ya no hará un largo viaje hasta Scottsdale, en Arizona, para entrenar con los Cascabeles. Ahora todo es más céntrico y hasta divertido, porque será en el complejo de ESPN donde los Bravos de Atlanta entrenan año a año, ubicado en Orlando, a solo unos minutos de Disneylandia.

“Tengo bastantes expectativas, muy contento con la oportunidad que me brindan”, respondió en uno de sus últimos entrenamientos en el estadio Luis Aparicio “El Grande”, de Maracaibo. “Por lo que he leído y han dicho, tienen bastante planes conmigo, y sé que esta nueva oportunidad la aprovecharé al 100 por ciento”. 

Y no se equivocó. Semanas atrás la gerencia de los Bravos resaltó la importancia del zuliano en sus jardines, buscando estabilizar esas posiciones después de intentos fallidos en las últimas temporadas con otras figuras. Inciarte se siente listo para el reto.


“Creo que en los últimos años he demostrado lo que puedo hacer defensivamente, y gracias a Dios lo han tomado en cuenta”, ópinó.

Para este año habrá nuevas situaciones, con una misma actitud ante ellas. “Yo quiero llegar y demostrar qué es lo que puedo hacer. No voy a bajar la guardia ni comenzar a trabajar diferente porque quizás tenga un puesto garantizado o digan algo a la prensa. Quiero hacerlo bien, inclusive, mejor que antes”, enfatizó.

Sin embargo, saber que tiene un puesto asegurado desde el primer día tampoco le vuelve confiado. Todo lo contrario, el compromiso es mayor.

“No cambia nada (saber que será titular), porque yo no quiero nada regalado. Siempre he tenido que ganarme las cosas, llegar y demostrar. Quiero llegar a comerme los campos de entrenamientos y superarme como jugador”.

Para poder llevar un paso adelante al resto este año tendrá que hacer ajustes. Ya en su tercera zafra, y después de culminar con un promedio de bateo de .303, con 159 imparables y 21 bases robadas, no es un jugador que pueda sorprender. Su valía es conocida en la Liga Nacional desde el 2014.

“Me dí cuenta que tengo que mejorar muchas cosas como primer bate”, reconoció. “Yo tuve un OBP (porcentaje de embasado, por sus siglas en inglés) que fue bueno, pero creo que tengo mucho que mejorar si soy primer bate. Me enfocaré en el spring training en eso, ver más pitcheos. De mí dependerá, en gran parte, si soy primer bate, que la ofensiva pueda funcionar bien”, razonó con gran muestra de madurez. 

Para Inciarte su principal meta, la que tiene entre ceja y ceja, es poder vestir su mano derecha con la manopla más brillante que el béisbol pueda dar, y este año con la posición de guardabosque central casi en su bolsillo, irá con todo lo que tiene por el.

“Yo quiero mi Guante de Oro, y este año por supuesto intentaré tener la mejor defensa que se pueda en las Grandes Ligas”, dijo empuñando su mano izquierda con firmeza, casi amarrándose al hecho de poder alcanzarlo. “No quiero pensar en uno, sino en muchos. Y  no quiero hacerlo por este año sino en los años que están por venir. Desde siempre, desde el primer día que comencé en este nivel, pienso en ello”.

Escuchar al jardinero zurdo demuestra que su nivel de confianza aumentó considerablemente. “Es lo que te ayuda a superarte”, soltó. “Eso me ha permitido mejorar mis números y conocer la liga”, continuó. “Solo tengo 25 años, me siento muy joven, así que ha medida que aprenda de mis compañeros lo aplicaré a mi repertorio”. 

Después de llegar a las filas de los Bravos en un cambio por  Gabe Speier y  el abridor  Shelby Miller, el interés por su figura no ha mermado, viendo su nombre involucrado en rumores de cambio por varios equipos. “Me siento contento porque hace dos años nadie sabía quién era yo, entonces que ahora tantas organizaciones pregunten por mí, según el gerente general, me llena de satisfaccion”, dijo con una sonrisa que denota orgullo.

“No debería pensar en eso”, se detuvo en su discurso mientras terminaba de preparar su cuerpo con lociones contra los zancudos y evitar una recaída de una fuerte virosis que lo tuvo dos semanas en su casa. “Debo pensar en quién me quiere, y si hoy sigo con Atlanta es porque aún no ha llegado algo lo sumamente atractivo como para pensar que quieren cambiarme”, expuso.

“Cuando estaba en Arizona solo pensaba en ellos y ahora me toca hacer lo mismo con Atlanta. La tradición de ese equipo es algo grande. Me emociona mucho jugar para ellos. Tienen demasiados años de tradición, ganando. Hay muchas personas ahí que conozco como Eduardo Pérez, Jhoulys Chacín, Alex Torres”, recordó. 

Ender Inciarte compartió en Arizona con varias figuras criollas. Comenzando por Gerardo Parra quien antes consideró un mentor en el campo. Más adelante compartió con David Peralta. “Uno de los mejore amigos te tengo en el béisbol”, contó. “Ojalá algún día, así como me ocurrió también con Silvino, pueda jugar con José Pirela. Estar así te hacemás fácil este trabajo”.

El jardinero marabino partirá  este fin de semana a los Estados Unidos para seguir su preparación.

Publicado en Panorama el 28 de enero de 2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario